[nggallery id=35 template=galleryview]Lotte Reiniger nació en 1899 en Berlín. Deseaba ser actriz y hacer cine. Con 15 años conoce a Paul Wegener (El estudiante de Praga, El Golem) y se matricula en la Escuela de Arte Dramático. A sus comienzos diseñaba decorados para teatro y vestuario. En los descansos trabajaba haciendo siluetas con cartulina negra y su gran arma… las tijeras. En 1918 Paul Wegener le encarga para su película “El flautista de Hamelin” recortar los marcos que se usaban para presentar los títulos al comienzo de cada acto. Wegener la presenta a Hans Cuerli, Kart Witte y Karl Koch, el que más tarde sería su marido (1921),  director técnico de la mayoría de sus películas. Lotte rodó varios cortos publicitarios, creó el decorado de algunas de las representaciones teatrales del teatro Volksbuhne. Conoce a Bertolt Brecht. Su magia llega a tal punto que artistas como Bertold Bartosch y Walter Ruttmann colaboran con ella. Las obra de Reiniger forman parte de la historia del cine de animación y sirven como vehículo para introducirnos en el análisis y concepto de las tres formas expresivas cinematográficas más interesantes de la época: el cine de “vanguardia”, “abstracto” y “experimental.