[nggallery id=8 template=galleryview]Una retrospectiva de cien fotografías escogida por la propia autora, definida muchas veces como la fotógrafa de la “ternura” de la generación de los humanistas. Sólo en una de estas imágenes no aparece el hombre. Por lo tanto, nos ofrece una imagen bella del hombre, compuesta de fragmentos dispersos que ella ha recogido aquí y allí. Sabine Weiss nos muestra a un hombre frágil y digno, siempre capaz de rehacerse en la profundidad de su interior, un ser espiritual. En los templos religiosos, ya sea una iglesia de Budapest o un templo de Birmania, una niña o un bonzo se recogen y parecen haber encontrado una paz que quizá sea el proyecto de toda una vida.